Salsa es el nombre comúnmente utilizado para describir una mezcla de varios estilos de música cubana. La salsa no es un ritmo, sino un nombre comercial que se adoptó a principio de la década de los 70, para colocar bajo un techo una serie de movimientos que el público a nivel mundial confundía y no alcanzaba a diferenciar, como son los casos de la guaracha, el guaguancó, mambo, chachachá, boogaloo, y sobre todo, el son en donde se afinca la misma: en 1933 Ignacio Pineiro utiliza Echale salsita0.
Cuando
indagué por primera vez sobre el origen de la Fania, me dijeron que ese nombre,
sello y manera de reunir a los mejores intérpretes, instrumentistas y músicos
del momento, lo había ideado Johnny Pacheco. No fue así. Desde la aparición del
sello Fania (1964) se decía que el nombre había sido creado por Johnny
Pacheco. Con el tiempo se comprobó
que lo cogió de un son cubano escrito
por Reinaldo Bolaños, quien lo interpretó por la década del 50 con el Conjunto Estrellas de Chocolate (Félix
Alfonso, quien fuera bongosero del Conjunto
Chapottin) y cuyo título original es “Fanía funché”. Además, desde principios
de los 50s, el pianista cubano Bebo Valdés había reunido a los mejores
instrumentistas para formar su “Havana All Stars”( agrupación de jazz con
percusión afro-cubana), para hacer sesiones de descargas, que posteriormente
desarrollaran Cachao, el “Niño” Rivera, Peruchin, Julio Gutierrez, Guillermo
Barreto, Tata Güines, entre otros, en las famosas “ CUBAN JAM SESSION”, donde
se reunieron los mejores del sello PANART en el año 1957. Esto sirvió para que
en N.Y, a principios de los 60s, aparecieran
“The Alegre All Stars”, lideradas por Charlie Palmieri, y producidas por
el sello “Alegre Records” del desaparecido empresario Al Santiago. Todo esto
aconteció antes de aparecer el sello Fania1.
El
conocido tema “Quítate tú pa´ponerme yo”, tampoco fue escrito por Pacheco. Era
parte de una obra de teatro que se llamaba así. Esta obra había sido montada en
1933 en Cuba, después de la caída de Machado, parodiando los gobiernos de la época que fueron de poca
duración. En la obra se escenificaba el
período de cada presidente con música alusiva: Zayas con música china; José
Miguel Gómez con la Chambelona; Menocal con repique de timbales, y a Grau, a la
sazón en el poder, con ”Buchipluma na mà” (Cristóbal Díaz Ayala, en su libro,
MUSICA CUBANA: del Areyto a la Nueva Trova). Posteriormente en el año 1956,
Rolando Fundora, pianista de la Orquesta
Sublime, compone “ Ahora bailo yo” y utiliza el estribillo “Quítate tu
pa´ponerme yo”. El tema “Corso y Montuno” del LP PACHECO The Artist, lo
registra con su autoría, cuando es un popurrit (Medley) de canciones hechas por
Arsenio Rodríguez; y al tema ESA PRIETA, del mismo álbum, le cambió el nombre
por el original de Rafael Cueto que se
llama ME LA LLEVO. En el tema, El Guiro de Macorina, dice: ‘Dile a Macorina que
me toque el guiro... es una copia de: Dile a Catalina que se compre un guayo,
sólo con un par de notas cambiadas. ‘Óyeme mulata’ es el mismo Son montuno de
"Cangrejo fue a estudiar”. Pacheco realizó estos cambios y luego aparecía como
el autor. Johnny Pacheco muy rara vez
daba crédito a las autorías; las ocultaba bajo la falacia de (DRA)1.
Otra falacia esta ligada al concepto de SONERO. Se sigue
confundiendo con el concepto de CANTANTE. Hay quienes piensan que cualquiera
que canta es sonero. No todos los cantantes
son soneros, pero todos los
soneros son cantantes. Para ser sonero se necesita ser un intérprete íntegro;
es decir, tener virtudes muy especiales. En primer lugar, se
debe tener dominio absoluto e instintivo de la clave, patrón rítmico que se
origina en África Occidental y fue estandarizado en Cuba; uso extenso de elementos estilísticos como la polirrítmia, la sintaxis, la jitanjáfora;
buen fraseo; jugar y divertirse con la sonoridad de las palabras; capacidad para improvisar e inspirarse sin límites y de manera oportuna, fluida,
creativa, renovadora y distinguida desde un tema dado a una circunstancia real
o imaginaria1.
Si un cantante maneja todo lo
antes citado puede considerarse SONERO
en todo el sentido de la palabra. Aconsejan los especialistas más rigurosos, no
confundirlo con el simple rimador, repentista ó versificador, que con escasa
cultura o inteligencia, pero gran agilidad, sólo alcanza a encontrar la
coherencia entre las sílabas finales del verso mediante las cuales se debe
establecer la consonancia. Es frecuente en Cuba referirse también como SONERO
al artista que domina el arte de improvisar en su instrumento1.
Esto se puede observar en la capacidad creativa de Ismael Rivera
en los temas Perfume de Rosas y Maquino
Landera, en los cuales escuchamos a un sonero que no se circunscribe en el
Montuno al espacio fijo entre coro y coro para improvisar. Por el contrario,
continúa su soneo encima del coro, termina con él o luego de éste, pero siempre
en clave. Esta característica del soneo
de Ismael se mantuvo presente a través de toda su carrera como lo certifica su discografía inmortal1.
El musicólogo César Miguel Rondón
nos explica la influencia de Ismael en el soneo salsero de la manera siguiente:
"Así como las innovaciones de Benny sirvieron para amoldar y representar
el espíritu característico del 50, el son de Ismael (Rivera) serviría para
representar la Salsa que arrasaría
en los años 60. Visto el soneo salsero debe definirse con relación a Ismael Rivera, porque fue él quien perfiló y proyectó sus posibilidades más
contundentes1.
Se ha discutido mucho también sobre quién le colocó el calificativo
de “Sonero Mayor” a Ismael Rivera. Se dice que en julio de 1956, el “Bárbaro
del Ritmo”, Benny Moré, compartió escenario con Cortijo y su Combo en la
“Taberna INDIA” en San Juan, Puerto Rico. Benny solía ser muy generoso a la
hora de halagar a sus amigos para hacerlos sentir bien y, en algunos casos,
para ganarse la confianza de otros. Tal parece que ése fue su caso con Ismael
Rivera, con quien entabló una gran amistad. Para entonces, Ismael no era
reconocido como sonero. En aquellas fechas sólo había grabado cuatro piezas con
la Orquesta Panamericana de Lito Peña, entre ellas la plena El charlatán (de
Toñín Romero), que fue su primer éxito. En consecuencia, ¿De dónde Benny sacó eso de “Sonero Mayor” para Maelo?
Seguramente, en aquel momento hubiera sido más atinado llamarlo ”El Plenero
Mayor” o “El Bombero Mayor”, de no ser por el inmenso Don Rafael Cepeda Atiles
(1910-1987), claro está1.
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Referencia Bibliográfica:
0: http://www.lastfm.es/tag/salsa
1:Falacias de la salsa Antonio Mercado 2014